viernes, 7 de octubre de 2011

CUENTO PREMIADO QUE ESCRIBIERON LOS CHICOS DE 3° Y 4°

“Bienvenidos a ciudad Nomevés”

Hace mucho pero, pero mucho tiempo atrás, existía una ciudad mágica escondida en las islas de San Fernando, pero las personas normales no podían verla porque de día desaparecía.
Sólo los habitantes de la ciudad mágica conocían el nombre, yo nunca vi la ciudad, pero me contó mi abuela, que se llamaba ciudad Nomevés. Mi abuelita me dijo que cuando era pequeña su papá le mostró la ciudad Nomevés y la dibujó para que todos pudieran conocerla…
La ciudad Nomevés era tan mágica que sus cosas y habitantes eran también raros y mágicos.
Las cosas estaban hechas de polvo de hadas que ya no viven en las islas ni en la ciudad. Las calles eran iluminadas por luciérnagas, las camas eran de nubes, los almohadones eran de alas de ángel. Las frazadas se usaban en verano y las estufas, también.
Cuando necesitaban viajar los ciudadanos lo hacían con cisnes por el río y por las calles subían en dinosaurios.
En la ciudad mágica vivía un científico llamado Rich, tenía una mansión grandísima que todas las personas querían tener, por eso Rich tenía guardianes, eran muchos robots. Rich tenía una máquina que servía para identificar a los vecinos. Kril era un ogro que odiaba a toda la naturaleza y quería cortar todos los árboles de la ciudad, incluyendo a una mujer árbol, con una sierra.
Kril se tomó el tiempo necesario para hacer una pócima mágica y se la tomó y se volvió invisible y así entró en la ciudad.
La gente no sabía cómo resolver los crímenes de sus plantas. Llamaban a la policía y no lo podían ver.
Todos corrían a ver los cadáveres de las plantas tiradas todas las mañanas.
A la mañana siguiente la pócima perdió sus efectos y la policía que andaba rondando por ahí lo descubrió a Kril.
Llegó Rich y lo ató y le preguntó:
-¿Por qué odiás tanto a las plantas?
Kril contestó: -Verás, cuando era pequeño mi papá amaba a las plantas más que a mí.
-Pero si tu papá amaba a todas las plantas!
-Tienes razón- dijo Kril.
Kril se hizo amigo de todos y nunca más maltrató a las plantas.

Seudónimo: Los maravillosos
Autores: Karen Gutiérrez Meireles, Ludmila Aquino, Estrella López, Agustín Mansilla y Maylén Cardozo

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